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LOS POLITIQUEROS (8)

Radioclip en texto sin audio grabado.

Las noticias tendrán un filtro y un precio. Los silencios también. Pertenece a la serie: Los Directores y Las Directoras.

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La verdad es que en América Latina, si usted quiere hacer carrera política, su mejor opción es meterse a locutor o comentarista. Si quiere un cargo público, comience haciéndose simpático ante oyentes y televidentes.

Este truco lo descubrieron hace mucho los que ambicionan llegar a alcaldes, diputadas o incluso presidentes. Y desde hace mucho se dedican a comprar frecuencias de radio, a instalar canales de televisión, a hacerse oír y ver a través de las ondas.

A algunos, ya locutores, les picó el bichito de la política. A otros, ya políticos, les picó el bichito de la locución. Pero la meta siempre fue la misma: utilizar el medio de comunicación como un trampolín para sus intereses personales.

Pobres radialistas los que tienen que trabajar bajo el mando de un director politiquero, de una directora oportunista. Para comenzar, las noticias tendrán un filtro y un precio. Los silencios también. Sólo se informará aquello que conviene al partido del director. Aunque la radio proclame su “independencia” y su defensa de la “libertad de expresión”, toda la programación estará puesta, con mayor o menor disimulo, al servicio de la línea política del señor director.

En realidad, éstos no son políticos, sino politiqueros, que es muy distinto. Cambian de partido cuando conviene a su bolsillo. Cambian de careta según sople el viento electoral y nunca se conoce su verdadero rostro.

Por supuesto, los hay “ellos” y “ellas”.

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EJEMPLO

DIRECTORA Algunos de ustedes me han preguntado por el manual de estilo, el código de ética, la línea de la radio y no sé cuántas tonteras más. Aquí la única línea es la mía, ¿entendido?

PERIODISTA Pero, señora directora, la cláusula de conciencia nos permite…

DIRECTORA Escucha bien, jovencito. Aquí no hay cláusula que valga. Y si no te gusta, te vas.

Convirtieron la radio en un aparato de propaganda para sus fines políticos. Los periodistas tienen la consigna de las tres “g” para llenar el informativo: guerras, goles y glúteos. Las productoras tienen que hablar banalidades, moda y chismes. Y el programa estelar se lo reserva el aspirante a alcalde o a parlamentaria. Será un espacio para “solucionar” los problemas de la comunidad, para hacer colectas a favor de niños en sillas de ruedas, para presentarse como “defensor del pueblo” o “abogada de los pobres”.

En realidad, éstos y éstas no dirigen una radio, sino una campaña política.

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BIBLIOGRAFÍA