¿PAGAR DIEZMOS?
Una gran estafa: los “diezmos” que las iglesias les arrebatan a sus fieles.
Entregar a las iglesias la décima parte de lo que una persona gana es un fraude, una estafa, una tomadura de pelo de enormes proporciones. El “diezmo” del que habló la Biblia era una ley para ayudar a quienes no tenían tierra, a los huérfanos y las viudas. El diezmo no era para las iglesias ni para los pastores, sino para la gente pobre. (Lea Deuteronomio 14,22-28).
Jesucristo nunca pagó diezmos ni dijo que los pagaran. Por eso, las primeras comunidades cristianas eliminaron la costumbre de “diezmar” y sostenían la comunidad compartiendo los bienes entre todos y todas.
Hoy en día, muchas iglesias se están enriqueciendo con el pago de los diezmos. Dedicamos este radioclip, tomado de la serie Otro Dios es Posible, a los muchísimos hermanos y hermanas que, ingenuamente, entregan la décima parte de lo que ganan a pastores mercenarios.
Escuchen primero la entrevista con Jesús y lean luego los textos que se anexan.
LIBRETO
¡Abre tu mano, hermano!… ¡No le robes a Dios!… ¡Cumple el mandamiento y paga el diezmo, aleluya!
RAQUEL Nuestra unidad móvil instalada a las puertas de un templo pentecostal en el barrio cristiano de Jerusalén… ¿Escucha, Jesucristo?
JESÚS Sí, Raquel, pero… ¿qué está pidiendo el predicador?
RAQUEL Que los fieles paguen el diezmo, tal como usted enseñó… ¿O tampoco?
JESÚS Tampoco, Raquel. Yo nunca hablé de diezmos.
RAQUEL ¿Usted no ordenó a sus seguidores que dieran la décima parte de sus ingresos para mantener la iglesia?
JESÚS Al contrario, yo critiqué a los fariseos que pagaban hasta el diezmo del comino… pero olvidaban el mandamiento de la justicia y el amor.
RAQUEL ¿Usted mismo no pagaba el diezmo?
JESÚS ¿Y con qué iba a pagarlo si no tenía?… ¡Mejor hubiera ido a cobrarlo!
RAQUEL Si usted no dio esa norma, ¿de dónde la sacaron tantas iglesias cristianas? ¿La Biblia no habla de diezmos?
JESÚS Sí, era una ley para ayudar a los levitas, que no tenían tierras propias y, sobre todo, para auxiliar a los forasteros y a las viudas. El diezmo no era para enriquecer al Templo, sino para distribuirlo entre los pobres.
RAQUEL Pues creo que algunos lo entendieron al revés… Tenemos una llamada…
RAQUEL ¿Sí, aló?
GARY ¡Hi!… Habla Gary Amirault, from Missouri, United States.
RAQUEL ¡Qué bien!… Dígame, señor Amirault…
GARY Estoy oyendo su programa… ¿Usted, señorita periodista, y usted, “Jesuschrist”, quieren saber de dónde vino la costumbre de pagar a la iglesia la décima parte de lo que uno gana?
RAQUEL Es lo que estamos tratando de aclarar.
GARY En la iglesia primitiva nunca se habló de diezmos. En las primeras comunidades se ponía todo en común para que nadie pasara necesidad.
JESÚS Pregúntale cuándo comenzó, entonces, esa mala costumbre de cobrar el diezmo…
RAQUEL Entonces, señor Amirault, ¿cuándo comenzaron algunas iglesias evangélicas a exigir el diezmo?
GARY En realidad, no fueron los mormones ni los adventistas quienes comenzaron. Fue mucho antes, en el siglo sexto, cuando los jerarcas de la iglesia católica necesitaban dinero, mucho dinero, para cubrir sus lujos. Entonces, se acordaron de esa antigua ley de Moisés y se la colgaron a Jesús.
JESÚS ¿A mí?
GARY En el año 567, en el concilio de Tours, declararon el diezmo obligatorio y la excomunión al que no lo pagara. En algunos países como Francia, la iglesia católica cobró este “impuesto religioso” hasta hace muy poco, hasta la Revolución Francesa. ¿Le queda claro a “Jesuschrist”?
JESÚS Lo que me queda claro es que estos fueron más sinvergüenzas que los sacerdotes de mi tiempo. Malos pastores que esquilmaron a las ovejas en vez de cuidarlas.
PASTOR A ver, a ver, hermanos… No sé quiénes son ustedes, pero los invito a acompañarnos en el culto…
JESÚS No, gracias. Porque… yo no tengo un cobre para pagar el diezmo.
PASTOR ¿No tiene nada-nada para ofrendar a Dios?
JESÚS Deje ver… Ah, sí, aquí tengo un par de moneditas… como las de aquella viuda que una vez vi rezando en el atrio del Templo.
PASTOR Pues si quiere pasar y ofrendar sus monedas a Dios…
JESÚS No, prefiero comprarles unos dulces a aquellos niños que están vendiendo en la esquina… ¡Vámonos de aquí, Raquel!
RAQUEL Vámonos, sí, antes de que nos echen. Para Emisoras Latinas, Raquel Pérez. Jerusalén.
LOCUTOR Otro Dios es Posible. Entrevistas exclusivas con Jesucristo en su segunda venida a la Tierra. Una producción de María y José Ignacio López Vigil con el apoyo de Forum Syd y Christian Aid.
BIBLIOGRAFÍA
NOTA