RELOJES DE CIUDADANÍA

Radioclip en texto sin audio grabado.

Un mecanismo sumamente eficaz para que las autoridades cumplan sus promesas y responsabilidades.

Una terrible inundación. El gobernador de la provincia viaja de inmediato al lugar de los hechos y alienta a los damnificados:

-No se desesperen. Pronto tendrán un techo seguro.
-¿Cuándo, señor gobernador, cuándo?
-Digamos… en dos meses. Las obras estarán concluidas en dos meses.

La emisora, también presente en el sitio del desastre, ha grabado la promesa del gobernador. Pocos días después, un corresponsal informa lo siguiente:

Los damnificados de la reciente inundación siguen viviendo en improvisados campamentos sin que hasta la fecha hayan recibido ninguna ayuda del gobierno provincial.

Pasan los días. Las obras de reconstrucción no se inician. Los vecinos y vecinas sobreviven en condiciones miserables.

Ante esta situación, la emisora pone en marcha el “reloj de la ciudadanía”:

EFECTO TIC TAC

LOCUTORA El gobernador Nicolás Pomarrosa se comprometió a reconstruir las viviendas del sector afectado por las inundaciones.

VOZ DEL GOBERNADOR “Las obras estarán concluidas en dos meses”.

LOCUTOR Faltan 37 días para que su palabra se cumpla.

Al día siguiente, el reloj avanza:

LOCUTORA El gobernador Nicolás Pomarrosa se comprometió…

LOCUTOR Faltan 36 días para que su palabra se cumpla.

Y así, un día y otro. En los informativos o boletines especiales, la radio recuerda las promesas hechas por el funcionario.

Al llegar el día cero, las obras ni siquiera han comenzado. Entonces, la emisora sube el tono:

LOCUTORA Ya se cumplieron los dos meses y ni un ladrillo ha sido puesto. ¿Dónde queda la palabra del gobernador Pomarrosa?

De la cuenta regresiva se pasa a la progresiva:

LOCUTORA Nicolás Pomarrosa no cumplió lo prometido:

VOZ DEL GOBERNADOR Pronto tendrán un techo seguro.

LOCUTORA Hoy hace un día que el señor gobernador faltó a su palabra.

Hoy hace dos días… Hoy hace tres días… Como el mosquito. Como las olas del mar. Como la rabia de la gente cansada de promesas incumplidas.

Los relojes de ciudadanía se pueden activar ante situaciones dramáticas como la mencionada. Grandes o pequeñas, lo importante es que sean reivindicaciones justas, concretas y alcanzables.

Es posible que las autoridades se vuelvan sordas al reclamo popular. Es posible que la indignación de la audiencia desemboque en marchas y protestas y tengan que ceder.

En cualquier caso, la ciudadanía, a través de la emisora, está ejerciendo el derecho de fiscalizar a políticos, funcionarios públicos y cualquier tipo de autoridades morosas o corruptas.

La radio ganará credibilidad. Y no detendrá la cuerda del reloj hasta que los problemas se hayan resuelto.

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