SE HACE CAMINO AL ENTREVISTAR
La técnica de enlazar preguntas con respuestas decide la coherencia y el dinamismo de la entrevista.
Una entrevista se parece a una escalera. Cada pregunta corresponde a un peldaño. Cada nueva respuesta nos da el punto de apoyo para subir una grada más.
La máxima habilidad de un entrevistador o una periodista se demuestra cuando sabe encontrar los elementos para formular una nueva pregunta en las respuestas que obtiene. De esta manera, se logra la necesaria fluidez en el desarrollo del tema.
¿Hay que preparar las preguntas? Por supuesto. Un buen cuestionario (llevado en la cabeza, no en un papel) nos guiará como la brújula al caminante. Pero el camino se hace al entrevistar. Los datos, los argumentos, las palabras del entrevistado irán enrumbando nuestro diálogo con él. Por eso, el entrevistador o la periodista deben estar muy atentos, completamente concentrados, en lo que dice el entrevistado.
En esta técnica de enlazar preguntas con respuestas se juega la coherencia y el dinamismo interno del formato. Quien sabe hacer estos enganches, sabe entrevistar.
—¿Y por qué todavía no tienen la licencia de transmisión?
—Porque los de CONARTEL son unos habladores. Prometen y no cumplen.
—¿Cuándo les prometieron la licencia para la radio comunitaria?
—Hace ya dos años, ¿oye usted?… ¡Dos años!… ¡Y todavía seguimos esperando!
—¿Y ustedes han esperado esos dos años con los brazos cruzados?
—Qué va, nosotros primero hicimos una protesta, luego fuimos donde el ingeniero ése, un tal Morabobo, pero…
—Pero, ¿qué?
—Que nos llamó subversivos. Entonces, nosotros salimos al aire sin permiso.
—Si no tienen permiso, son ilegales.
—No, señorita, ilegales son ellos que están violando nuestro derecho constitucional a la libre expresión.
Podemos entrenarnos para lograr esta flexibilidad. Hagamos el siguiente ejercicio. Propuesto un tema, un compañero o compañera de la radio hará de entrevistador y otro de entrevistado. Éste último sólo responderá a las preguntas que enganchen con sus respuestas. Si la pregunta está desviada, se queda mudo. Es como un “lego” mental donde cada nueva ficha se apoya en la anterior y sostiene a la que sigue. Hagan la prueba… y nos cuentan.
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