¿TELEGRAFISTAS O RADIALISTAS?

Radioclip en texto sin audio grabado.

Con frecuencia, imitamos el estilo de la prensa escrita y acabamos hablando como Tarzán.

Samuel Morse inventó el telégrafo en 1837. Un cuarto de siglo más tarde, cuando ya se habían tendido miles de cables por todo el territorio norteamericano, estalló la Guerra de Secesión.

El invento de Morse resultó indispensable para militares y periodistas. En los campos de batalla, los corresponsales tomaban notas y hacían interminables colas en las oficinas de telégrafos.

El telégrafo era veloz, pero caro. Se cobraba por palabra. Entonces, resultaba mejor escribir “reúnense” que “se reúnen”, porque sólo pagabas una palabra. Los sufijos prosperaron. Los adjetivos elimináronse. Titulares también puédense comprimir. Artículos sobran. Pocas palabras. Comentarios no. Hechos.

Así se publicó la muerte del presidente Abraham Lincoln:

Washington. Presidente Lincoln abaleado en teatro esta noche. Mortalmente herido.

Cuando años mas tarde, a principios del siglo 20, nació la radio y relevó al telégrafo, dos generaciones de periodistas habían trasplantado mecánicamente el estilo gráfico y telegráfico al nuevo medio oral.

Aunque en radio no se paga por palabras, ellos seguían imitando innecesariamente la redacción escueta de la prensa de papel.

En el telégrafo por lo caro y en el periódico para poder imprimir letras más grandes, los artículos, los verbos auxiliares y otras formas gramaticales desaparecieron. Todavía hoy, los titulares son del “tipo tarzán”: hombre-mono-comer-plátano.

Pero en la radio no hay que ahorrar saliva. Tanto en el titular de la nota como en su desarrollo, di las frases completas con artículos, preposiciones y todo lo necesario para que el oído la comprenda bien:

Si eres telegrafista escribe así:

Propuesta USA sobre Irak debatida por miembros Consejo de Seguridad.

Si eres radialista locuta así:

La propuesta de Estados Unidos sobre Irak fue debatida por los miembros del Consejo de Seguridad.

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